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La sacroileítis es una afección que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones sacroilíacas, que conectan el sacro (el hueso triangular en la base de la columna vertebral) con el íleon (el hueso grande de la pelvis). Esta inflamación puede provocar dolor lumbar y molestias en la zona lumbar, los glúteos y las caderas, lo que afecta la movilidad y la calidad de vida.

Dolor en la articulación sacroilíaca

Causa.

La causa exacta del dolor en la articulación sacroilíaca no siempre está clara, ya que una variedad de factores pueden contribuir a la inflamación y la degeneración de las articulaciones.

Los posibles factores que contribuyen al dolor en la articulación sacroilíaca incluyen:

  • Trastornos autoinmunes: afecciones como la espondilitis anquilosante, la artritis psoriásica y la enfermedad inflamatoria intestinal pueden hacer que el sistema inmunitario ataque por error las articulaciones sacroilíacas, lo que provoca inflamación y dolor.

  • Cirugía de espalda previa: La cirugía de fusión lumbar puede generar estrés adicional en las articulaciones sacroilíacas y provocar cambios degenerativos y dolor.

  • Osteoartritis: Cambios degenerativos de las articulaciones sacroilíacas

  • Anormalidades de la marcha: pueden causar un desequilibrio de tensión en las articulaciones provocando dolor, generalmente en un lado.

  • Traumatismo o lesión: Un traumatismo o lesión previos en las articulaciones sacroilíacas, como una caída o un accidente automovilístico, pueden dañar las estructuras articulares y desencadenar inflamación.

  • Embarazo: Los cambios hormonales durante el embarazo pueden afectar los ligamentos alrededor de las articulaciones sacroilíacas, lo que provoca una mayor movilidad y una posible inflamación.

Síntomas.

Los síntomas del dolor en la articulación sacroilíaca pueden variar según la causa subyacente y la gravedad de la afección. Los síntomas comunes del dolor en la articulación sacroilíaca incluyen:

  • Dolor en la espalda baja o los glúteos: el síntoma más común del dolor en la articulación sacroilíaca es la incomodidad o el dolor en la espalda baja, generalmente en un lado, que puede irradiarse a los glúteos o el muslo.

  • Dolor con el movimiento: el dolor a menudo empeora con ciertos movimientos, como levantarse de una posición sentada, caminar, subir escaleras o pasar de estar sentado a estar de pie.

  • Dolor al soportar peso: las actividades que implican soportar peso en el lado afectado, como levantar, agacharse o girar, pueden exacerbar el dolor de la articulación sacroilíaca.

  • Rigidez y rango de movimiento limitado: las personas con dolor en la articulación sacroilíaca pueden experimentar rigidez en la zona lumbar o la región de la cadera.

  • Dolor al sentarse o dormir: Estar sentado o acostado durante un tiempo prolongado sobre el lado afectado puede agravar el dolor de la articulación sacroilíaca, lo que produce molestias durante las actividades que implican estas posiciones.

  • Sensibilidad al tacto: el área alrededor de la articulación sacroilíaca puede estar sensible y presionar la articulación puede reproducir el dolor.

  • Dolor irradiado: en algunos casos, el dolor de la articulación sacroilíaca puede irradiarse hacia la pierna, imitando los síntomas de la ciática.

  • Dolor durante el embarazo: El dolor en la articulación sacroilíaca es relativamente común durante el embarazo debido a los cambios hormonales que provocan una mayor laxitud articular.

Tratamiento

El tratamiento de la sacroileítis tiene como objetivo aliviar los síntomas, reducir la inflamación y mejorar la función. Según la gravedad de la afección, las opciones de tratamiento pueden incluir:

  • Medicamentos: Se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) y analgésicos para reducir el dolor y la inflamación asociados con la sacroileítis.

  • Fisioterapia: Los ejercicios de fisioterapia pueden ayudar a fortalecer los músculos que rodean las articulaciones sacroilíacas, mejorar la flexibilidad y reducir el dolor.

  • Inyecciones de esteroides: Las inyecciones de corticosteroides administradas directamente en las articulaciones sacroilíacas pueden ayudar a reducir la inflamación y proporcionar un alivio temporal del dolor.

  • Medicamentos biológicos: en casos de sacroileítis relacionada con trastornos autoinmunes, se pueden recetar medicamentos biológicos que se dirigen a componentes específicos del sistema inmunológico para reducir la inflamación y retardar la progresión de la enfermedad.

  • Ablación por radiofrecuencia: este procedimiento mínimamente invasivo implica el uso de calor para interrumpir temporalmente los nervios que transmiten señales de dolor desde las articulaciones sacroilíacas, proporcionando un alivio del dolor duradero.

  • Fusión quirúrgica de la articulación: cuando las medidas más conservadoras fallan, se puede considerar la fusión quirúrgica de la articulación.

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