¿Qué es la artropatÃa facetaria?
Entendiendo una causa frecuente del dolor de espalda.
La artropatÃa facetaria es una causa frecuente de dolor crónico de espalda y cuello y puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona, limitando la movilidad y disminuyendo el bienestar general. Comprender esta afección y las opciones de tratamiento disponibles es fundamental para quienes buscan alivio de sus sÃntomas debilitantes.
La artropatÃa facetaria, también conocida como osteoartritis de las articulaciones facetarias, se produce cuando las pequeñas articulaciones ubicadas entre las vértebras de la columna vertebral se inflaman o se degeneran con el tiempo. Esta degeneración puede provocar rigidez, disminución del rango de movimiento y dolor persistente en la zona afectada. La artropatÃa facetaria es una causa común de dolor lumbar y dolor de cuello.
Factores de riesgo
Varios factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de desarrollar artropatÃa facetaria:
Edad: El riesgo de artropatÃa facetaria aumenta con la edad, ya que las articulaciones facetarias sufren desgaste con el tiempo.
Traumatismo o lesión previos: Las lesiones previas en la columna, como fracturas o dislocaciones, pueden acelerar la degeneración de las articulaciones facetarias y aumentar el riesgo de desarrollar artropatÃa facetaria.
Obesidad: el exceso de peso corporal aumenta la tensión sobre las articulaciones facetarias, lo que conduce a una degeneración más rápida y a un mayor riesgo de desarrollar artropatÃa.
Genética: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar artropatÃa facetaria, lo que las hace más susceptibles a la enfermedad.
Factores ocupacionales: Los trabajos o actividades que implican movimientos repetitivos o extenuantes de la columna, como levantar objetos pesados o estar sentado durante mucho tiempo, pueden contribuir a la degeneración de las articulaciones facetarias y aumentar el riesgo de artropatÃa facetaria.
Mala postura: Mantener una mala postura a lo largo del tiempo puede ejercer una presión desigual sobre las articulaciones facetarias, lo que conduce a una degeneración acelerada y a un mayor riesgo de desarrollar artropatÃa.
Enfermedad degenerativa del disco : los cambios degenerativos en los discos intervertebrales pueden alterar la biomecánica de la columna, colocando tensión adicional en las articulaciones facetarias y aumentando el riesgo de artropatÃa facetaria.
Desalineación articular: Las anomalÃas estructurales o la desalineación de la columna pueden provocar una carga desigual en las articulaciones facetarias, lo que contribuye a la degeneración y al desarrollo de la artropatÃa facetaria.
Falta de ejercicio: Los estilos de vida sedentarios o la falta de ejercicio regular pueden debilitar los músculos que sostienen la columna, lo que genera inestabilidad y mayor estrés en las articulaciones facetarias, aumentando asà el riesgo de artropatÃa.
Fumar: el consumo de tabaco puede perjudicar el flujo sanguÃneo a la columna vertebral, reducir el suministro de nutrientes a las articulaciones facetarias y acelerar la degeneración, aumentando el riesgo de artropatÃa facetaria.
Espondilitis Anquilosante: Trastorno autoinmune que provoca inflamación y, en casos avanzados, autofusión de las articulaciones facetarias.
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SÃntomas
Existen ciertos sÃntomas que son compatibles con la artritis de las articulaciones facetarias:
Dolor localizado de espalda o cuello: Dolor en la zona de las articulaciones facetarias afectadas, que se encuentran en la parte posterior de la columna vertebral. El dolor puede ser sordo, constante o agudo y puede empeorar con determinados movimientos o actividades, especialmente al girarse o inclinarse hacia atrás.
Dolor irradiado: el dolor puede irradiarse a otras zonas del cuerpo, como los glúteos, las caderas, los muslos o los hombros, según la ubicación de las articulaciones facetarias afectadas. Este dolor puede imitar los sÃntomas de afecciones como la ciática o la radiculopatÃa cervical.
Rigidez y reducción del rango de movimiento: la artropatÃa facetaria puede causar rigidez y disminución de la flexibilidad, lo que dificulta doblarse, torcerse o girar la espalda o el cuello. Esta rigidez puede ser más pronunciada por la mañana o después de perÃodos de inactividad.
Sensibilidad al tacto: el área alrededor de las articulaciones facetarias afectadas puede estar sensible al tacto y las terapias de masaje pueden provocar un aumento del dolor.
Espasmos musculares:* Los músculos que rodean las articulaciones facetarias afectadas pueden sufrir espasmos en respuesta al dolor o la inestabilidad en la columna, lo que provoca malestar adicional y reduce la flexibilidad.
Dolor con ciertos movimientos: ciertos movimientos o posiciones de la columna, como inclinarse hacia atrás o girar, pueden exacerbar el dolor en las articulaciones facetarias.
Dolor agravado por actividades que implican soportar peso: las actividades que ejercen presión sobre las articulaciones facetarias, como estar de pie, caminar o levantar objetos, pueden aumentar el dolor.
Tratamiento
El tratamiento de la artropatÃa facetaria tiene como objetivo aliviar el dolor, mejorar la movilidad y mejorar la calidad de vida.
El enfoque del tratamiento puede variar según la gravedad de los sÃntomas y los factores individuales del paciente. A continuación, se presentan algunas opciones de tratamiento comunes para la artropatÃa facetaria:
Medicamentos:
Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE): los AINE como el ibuprofeno o el naproxeno pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor asociado con la artropatÃa facetaria.
Analgésicos: Se pueden recetar analgésicos como paracetamol para aliviar las molestias.
Relajantes musculares: estos medicamentos pueden ayudar a reducir los espasmos musculares y mejorar la movilidad.
Fisioterapia: Un programa de fisioterapia personalizado puede ayudar a fortalecer los músculos que sostienen la columna, mejorar la flexibilidad y promover una postura adecuada. - Se pueden recetar ejercicios terapéuticos, estiramientos y técnicas de terapia manual para aliviar el dolor y mejorar el rango de movimiento.
Inyecciones intraarticulares en las articulaciones facetarias : las inyecciones de corticosteroides directamente en las articulaciones facetarias afectadas pueden brindar alivio al reducir la inflamación y el dolor.
Bloqueos de la rama medial: son inyecciones de anestesia local que bloquean temporalmente los nervios que irrigan las articulaciones facetarias. Si hay un alivio a corto plazo (piense en horas, no dÃas o semanas) con dos rondas de estos bloqueos, generalmente se programará una ablación por radiofrecuencia para un alivio del dolor a más largo plazo.
Ablación por radiofrecuencia (RFA) : la RFA es un procedimiento mÃnimamente invasivo que utiliza calor generado por energÃa de radiofrecuencia para extirpar selectivamente los nervios que irrigan la articulación facetaria, utilizando calor o agentes quÃmicos. - La RFA puede proporcionar un alivio significativo del dolor durante varios meses o años, dependiendo del individuo.
Modificaciones del estilo de vida: adoptar hábitos de vida saludables, como mantener un peso saludable, practicar una buena postura y evitar actividades que exacerben los sÃntomas, puede ayudar a controlar la artropatÃa facetaria. - La actividad fÃsica y el ejercicio regular, como ejercicios de bajo impacto y estiramientos, también pueden ayudar a mejorar la salud de la columna y reducir el dolor.
Terapias alternativas: Algunas personas pueden encontrar alivio de los sÃntomas de la artropatÃa facetaria a través de terapias alternativas como la acupuntura, la atención quiropráctica o la terapia de masajes. Si bien estas terapias pueden no abordar directamente la causa subyacente de la artropatÃa facetaria, pueden ayudar a controlar el dolor y mejorar el bienestar general.
Injection therapies can be highly effective for managing facet arthropathy, but they are not a cure for the underlying degenerative changes in the facet joints. At this time there is no way to reverse degenerative changes in the facet joints, and surgery is typically not a solution. However, by reducing pain and inflammation, injection therapies have the ability to improve function and quality of life, allowing patients to participate more fully in daily activities and rehabilitation programs.