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Tratamiento de la enfermedad degenerativa del disco en Sacramento, California

La enfermedad degenerativa del disco (EDD) es una afección común que afecta la columna vertebral y que puede causar dolor, rigidez y movilidad reducida. Es una causa común de dolor lumbar y de dolor de cuello . En el caso de la EDD, el dolor de espalda suele aumentar al inclinarse hacia adelante, al estar sentado o de pie durante períodos prolongados, y se alivia al reclinarse o acostarse. La causa del dolor es el estrés o la presión en las zonas de la columna vertebral que han perdido su estructura original.

Los discos de la columna vertebral actúan como amortiguadores de la tensión y el peso del cuerpo. En la zona más externa del disco hay un anillo fuerte y rígido llamado anillo fibroso o "annulus" que rodea y retiene un centro de gel llamado núcleo pulposo. Una ruptura del anillo puede permitir que el gel interno se empuje hacia afuera cuando se ejerce presión sobre la columna vertebral. Este empuje del gel del núcleo a través del anillo se llama hernia de disco .

El disco también puede perder parte de su gel original por el uso y el paso del tiempo. Esto provocará una disminución de la altura del disco (¡y puede hacer que la persona sea más baja!) y ejercerá presión adicional sobre el anillo, lo que provoca dolor.

Otro tipo de degeneración del disco es el desgarro anular, que se produce cuando una zona del anillo exterior del disco está desgarrada. Esto puede provocar dolor, ya que el anillo tiene una concentración bastante alta de fibras nerviosas que pueden irritarse por el desgarro. Además, la inflamación del disco desgarrado puede provocar irritación de los nervios, lo que provoca ciática. Los desgarros anulares son más comunes en la zona lumbar.

Una ilustración que muestra dos imágenes, una de una sección transversal de un disco espinal y otra que muestra un disco degenerado.

Factores de riesgo

Varios factores pueden contribuir a la degeneración de los discos, entre ellos:

  • Envejecimiento: A medida que envejecemos, los discos de nuestra columna pierden contenido de agua y elasticidad (el gel se reduce), lo que los hace más propensos a la degeneración y al daño.

  • Genética: Algunas personas pueden heredar una predisposición a la enfermedad degenerativa del disco, lo que las hace más susceptibles a la degeneración del disco a una edad más temprana.

  • Traumatismo: Las lesiones o traumatismos en la columna, como los provocados por accidentes automovilísticos o caídas, pueden acelerar la degeneración del disco y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad degenerativa del disco.

  • Estrés repetitivo: Las actividades u ocupaciones que implican movimientos repetitivos o levantar objetos pesados pueden generar un estrés excesivo en la columna vertebral, lo que lleva a un desgaste prematuro de los discos.

  • Fumar: se ha relacionado el fumar con una degeneración acelerada de los discos debido a sus efectos negativos sobre el flujo sanguíneo y el suministro de nutrientes a los discos espinales.

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad degenerativa del disco pueden variar según la ubicación y la gravedad de la degeneración. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor de espalda: el dolor crónico o intermitente en la zona lumbar o el cuello es un síntoma característico de la enfermedad degenerativa del disco. El dolor puede empeorar con determinados movimientos o actividades.

  • Dolor irradiado: el dolor puede irradiarse a las nalgas, los muslos o los brazos si el disco degenerado presiona los nervios cercanos, causando ciática o radiculopatía cervical.

  • Rigidez: Puede producirse rigidez y reducción de la flexibilidad en la columna vertebral, lo que dificulta agacharse o girar cómodamente.

  • Entumecimiento u hormigueo: los pacientes pueden experimentar entumecimiento, hormigueo o debilidad en las piernas o los brazos si se produce compresión nerviosa debido a la degeneración del disco.

  • Alivio del dolor con el descanso: Los síntomas pueden mejorar temporalmente con el descanso o con cambios de posición, como acostarse o reclinarse.

Tratamiento

Si bien la enfermedad degenerativa del disco no se puede revertir, existen varias opciones de tratamiento disponibles para controlar los síntomas y mejorar la función:

  • Tratamientos conservadores: Inicialmente, se pueden recomendar tratamientos conservadores como reposo, fisioterapia y medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.

  • Procedimientos mínimamente invasivos: Para los pacientes que no responden a los tratamientos conservadores, se pueden recomendar procedimientos mínimamente invasivos como inyecciones epidurales , inyecciones en las articulaciones facetarias o ablación por radiofrecuencia para tratar fuentes específicas de dolor e inflamación. Si estos tratamientos no funcionan, el paciente puede ser candidato para la estimulación de la médula espinal.

  • Opciones quirúrgicas: En casos graves de enfermedad degenerativa del disco donde los tratamientos conservadores han fallado, se pueden considerar intervenciones quirúrgicas como discectomía, laminectomía o fusión espinal para aliviar la presión sobre los nervios y estabilizar la columna.

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